¿Más tiempo o más dinero? Si tuviera que hacerte elegir entre esas dos cosas… ¿Cuál sería tu respuesta?
Si te pareces lo más mismo a nosotras, con esa pregunta estarás ahora mismo entrando en un pequeño cortocircuito. Aquí somos amantes del tiempo libre, sobre todo desde que hemos sido (recientemente) madres. Sentimos que el tiempo es de las cosas más valiosas que existe, de alguna manera, es como si este hubiera adquirido un nuevo significado. Los niños crecen a un ritmo de vértigo y eso hace que nos demos cuenta de lo fugaz que es la vida.
Pero lejos de querer ponerme excesivamente filosófica, vamos a dejar claro que, tanto a Miriam como a mí, el dinero nos importa y mucho. Sobre todo porque tenemos claro que es un medio para conseguir lo que queremos: nuestra visión a largo plazo. Nos permite generar un impacto y ayudar cada vez a más emprendedoras. Nos sostiene, a nosotras y nuestras familias, dándonos equilibrio y estabilidad.
Lo más importante es que te des cuenta de que todas tenemos la misma cantidad de tiempo. Tú día y mi día tienen las mismas horas, 24. Sin embargo, una de las frases con las que más me cruzo a diario es: “No tengo tiempo” ó “No llego a todo” y cosas por el estilo. Frases, que, no te voy a engañar, no hace mucho tiempo también salían de mi boca continuamente.
Ahora, déjame desvelarte un secreto nada secreto: La vida es cuestión de prioridades. Sí. Y yo tampoco llego a todo, simplemente establezco unas prioridades muy claras y lo hago en base a una visión realista de lo que es -o no es- posible hacer con el tiempo, y las energías, de las que dispongo.
La conclusión a la que he llegado, que me ha llevado a no tener más esa sensación de “No me da la vida” y pasar a la mentalidad de “La vida me da mucho”, ha sido darme cuenta de que lo verdaderamente importante es invertir mi tiempo en cosas con verdadero significado. Es decir, en cosas que realmente marcan un impacto en mi vida y en mi negocio.
De todos modos, todas sabemos apreciar una buena estrategia “ahorra tiempo” cuando aparece en nuestras vidas. Como les digo a mis alumnos de la Universidad, “Te sorprenderías de ver lo que eres capaz de conseguir con 20 minutos de trabajo si estás realmente enfocado”. Lo que se traduce en: Si algo puede ahorrarme 20 minutos al día, puedo invertirlos en cualquier otra cosa que, como te decía antes, marque un impacto real en mi día. Y no hablo solo de trabajo. 20 min extras para leer, para preparar la cena con tranquilidad, para ducharte y enjabonarte en pelo disfrutando del olor dulce de tu champú, de meditación o de salir a pasear con tu perro. ¿Cierto?
Pues vamos a ver cómo puedes, tú, en tu día a día, conseguir “robarle” pedacitos de tiempo al reloj para que, además de conseguir más de lo que quieres (dinero, por ejemplo), estés más presente y conectada con lo que haces, consiguiendo mejores resultados.
7 Estrategias para crear más espacio y tiempo en tu día.
Seguidamente te voy a explicar 7 cosas que ya tengo bastante introducidas en mi vida, que han sido bastante fáciles de implementar y que, según mi experiencia, están cambiando mucho mi terreno de juego.
1. ABANDONA EL MULTITASKING:
Muchos estudios respaldan ya el hecho de que este concepto no nos hace para nada más productivas, de hecho, está super demostrado que es mucho más difícil conseguir buenos resultados cuando estás en modo multitasking. Es mucho más probable que cometas un error y que te lleve mucho más tiempo realizar esa tarea concreta mientras la combinas con otra/s.
Los estudios demuestran que, en realidad, solo el 2% de la población puede de verdad estar haciendo 2 cosas a la vez. La mayoría estamos programados para hacer una sola cosa a la vez. Aún sabiéndolo, yo me pillo a mi misma en la trampa del multitasking más de lo que me gustaría, porque de algún modo creo que yo puedo estar en ese 2%. Pero la verdad es que lo único que consigo es un resultado más torpe, menos preciso y, te puedo garantizar, que he disfrutado mucho menos de hacer lo que estaba haciendo porque mi consciencia no era plena.
Para empezar a hacer el cambio de mentalidad con respecto a esto, una de las cosas que no me canso de recomendar es tener un diario que vaya contigo a todas partes (puedes ser digital) en el cual apuntes todo lo que haces en un día. Desde que te levantas hasta que te acuestas, incluyendo también tus cosas personales, descansos, llamadas a amigas, todo.
Esta es una manera de auditar la manera en la que tú inviertes tu tiempo y te dará una visión potentísima de dónde están tus puntos de fuga y de cómo puedes bloquearlos para conseguir más foco y ser más productiva gracias a esta toma de consciencia.
Te darás cuenta enseguida de que tienes más tiempo del que crees. Lo que pasa es que no lo focalizas de la manera correcta y ¡ojo! no hablo de que todo tu tiempo sirva para trabajar. ¡No! No eres una robot. Has de tener tiempo para ti, para tu familia y otras tareas o actividades que no son “monetizables”.
2. LEVÁNTATE SOLO UN POQUITO ANTES
Vale, no me abandones todavía. Como la madre de gemelos en la que me he convertido, llevo más de 2 años sin dormir del tirón más de 3 horas. Así que sé perfectamente lo que te estoy pidiendo. Para mí, dormir ahora mismo es uno de los mayores lujos que existe.
Te estoy hablando de 10 a 15 minutos extras, no de que te sumes al “Club de las 5”. Este mini bloque de tiempo extra puede ser la manera de empezar con el pie derecho y puede ayudarte enormemente a tener la mente clara para fijar los objetivos del día, leer un poco, meditar o tener un momento de autocuidado (o cualquier otra cosa que tú quieras).
Esta forma de levantarte “sin urgencia” te aportará calma, creéme. Obviamente, habrá etapas en las que esto no sea posible. Tan solo hace unos meses que consigo aplicarlo -de nuevo- a mi vida, pero ya estoy empezando a ver el efecto en mi. Esos 15 minutos al día son unas 2 horas extra a la semana, ¿qué pasa si lo miras así? Mola. 2 horas extra para ti a la semana no es poca cosa.
Como ya te he dicho, dormir ahora mismo es una prioridad absoluta, por eso, no te propongo esto en detrimento de la calidad de tu sueño. Intento irme a dormir cada día antes a la cama, porque tener al menos 7-8 horas de sueño de calidad es pura vida. Como ves, soy una ferviente defensora de empezar las mañanas con flow y determinación. Odio sentir que empiezo corriendo, es decir, sin tener el control.
Esto que te digo, solo se consigue si te conviertes en la guardiana de las horas del sueño. Esto significa:
No tomar cafeína ni excitantes más allá del medio día.
Dejar de mirar pantallas al menos 2 horas antes de ir a la cama
Cenar ligero
Crear una rutina para rebobinar del estrés del día
Que tu habitación sea una paraíso del descanso, oscura, fresca y bonita
3. LIMITA EL CONSUMO DE PANTALLAS Y REDES SOCIALES
Como ves, viene conectado con el listado anterior, y es que nuestros aparatos electrónicos y todas las redes sociales que usamos, son vías de escape de nuestro tiempo y desagües de productividad.
No hace falta siquiera preguntarse cómo es posible que estemos tan enganchados a nuestros teléfonos. Son nuestra conexión con el mundo: amigas, familia, colaboradores… Allí accedemos a nuestros emails, música, llamadas…
Acuérdate de cuando éramos pequeñas y no teníamos nada de todo eso ¡Éramos súper creativas! Construíamos cabañas, huíamos de monstruos que nos perseguían y luchábamos contra dragones. La imaginación tenía espacio para volar.
Y sí, ya sé que este post no va de creatividad, pero también es algo que te preocupa, porque algo me dice que parte de ese tiempo extra que quieres lo necesitas para poder ser o sentirte más creativa.
Así que volviendo al tema principal, si realmente quieres conseguir más tiempo en tu día a día ya puedes empezar poniendo un límite en el uso de tu teléfono y tus redes sociales.
Un truco puede ser designar un rincón, lejos de ti, donde poner a cargar (o guardar) tu móvil mientras estás haciendo “deep work”, pero también cuando se supone que estás descansando. No nos engañemos, desconectar no es pasarte 15 minutos en modo piloto automático mirando el feed de Instagram haciendo scroll down sin consciencia alguna.
Y a colación de lo de encontrar rutinas saludables de rebobinar antes de ir a dormir, designa un rincón en tu cocina, por ejemplo, para dejar el móvil cargando y así conectar con tu familia o contigo misma durante un rato antes de apagar las luces. Al cabo de unos días no te darás ni cuenta. Funciona super bien para “desintoxicarte”, especialmente si no tienes mucho autocontrol.
Sólo con esto, puedes ganar tanto tiempo que te va a parecer increíble. Además, el hecho de desengancharte de las pantallas, en concreto de tu móvil, y levantarte sin él en tu mesita de noche, te hará empezar el día de otra manera. Tomando más consciencia de tu propio cuerpo, estado mental y necesidades. Sin darte cuenta habrás recolocado tus prioridades y en seguida verás que mirar el correo a primera hora de la mañana es absolutamente innecesario. Poner este límite te ayuda a empezar el día como tú realmente quieres sin dejar que la inercia te lleve.
4. PON UN TEMPORIZADOR PARA TU MOMENTO DE TRABAJO DE ALTA CONCENTRACIÓN
No es que nos guste ponerte presión, pero ya está super demostrado que ponerle una fecha límite o un tiempo límite a una tarea para que esté acaba incrementa nuestra productividad.
Yo, personalmente, odio tener estrés encima para hacer cosas, sentir esa presión angustiosa, pero a la vez tengo que reconocer que hay algo mágico en el hecho de tener una fecha en la que entregar sí o sí un trabajo. Es lo que en muchos casos se llama “estrés bueno” pues nos hace concentrarnos y poner nuestra alma al 100% en lo que estamos haciendo para sacarlo adelante en un periodo de tiempo concreto. Tiene sentido si pensamos que muchos estudios ya corroboran que una tarea nos lleva tanto tiempo como espacio le demos.
Fíjate qué curioso: Los días relajados en los que no hay estrés por que básicamente sólo tengo que hacer una cosa, como de manera obligada, son mis días menos productivos. Mientras que cuando sé que sólo tengo un bloque de dos horas para acabar x, y y z, me vuelvo una máquina de la productividad.
Desde que soy madre vivo asombrada con lo mucho que soy capaz de conseguir en el ratito de la siesta de mis gemelos. Ciertamente, la maternidad ha cambiado la forma que tengo de entender el concepto tiempo. Es como si con menos fuera capaz de conseguir mucho más y estoy convencida de que eso tiene que ver con el hecho de cómo influyen en nuestra manera de funcionar esos límites que nos generan ese “estrés bueno”. Nos afina la visión y vemos claramente qué es importante y qué no.
Si eres de esas personas que, cuando acaba el día, tienes la sensación de que no sabes dónde ha ido a para tu tiempo, te entiendo, yo viví así. Reconozco además que acababa cada día super cansada, con una sensación muy desagradable de “pelota de pinball” que me tenía en tensión incluso cuando me metía en la cama. Un estado de excitación y frustración, que, ya te adelanto, me produjo insomnio durante muchos años.
En cuanto sabemos que una cosa ha de quedar hecha, sí o sí, en un periodo X de tiempo nuestro cerebro se pone a trabajar de manera mucho más focalizada. Este pequeño truco, si eres capaz de establecer un compromiso real contigo misma, te va a convertir en una mujer infinitamente más eficiente.
Sé que ahora mismo te estarás preguntando cómo saber qué marco de tiempo le pones a una tarea. En realidad no hay más remedio que el ensayo-error. Poco a poco, te irás conociendo y sabrás anticipar cuánto tiempo te puede o debe llevar hacer un trabajo concreto. Yo para empezar, tengo un pequeño truco y es el siguiente:
Si crees que la tarea X te va a llevar 30’ > Tu cuenta 60’
Si crees que la tarea Y te va a llevar 60’ > tu cuenta 90’’
Como ves, no quiero agobiarte, al revés. Quiero que trabajes con marcos cerrados de tiempo. Quiero que te retes a ti misma a terminarlo incluso antes de lo que te has propuesto para poder tomarte un merecido descanso, tomarte un té o estirar un poco las piernas.
Si hay alguna tarea que tú crees que te va a llevar más tiempo, adelante, tómate el tiempo que creas necesario, pero, ten en cuenta una información interesante: los estudios realizados demuestran que, el máximo tiempo que podemos mantener nuestra concentración a máxima potencia son 90’ antes de necesitar un descanso de, al menos, 15 min. De ahí que mi sugerencia sea de bloques de 90’.
Otro pequeño truco que te puedo dar es que si la tarea completa excede esos 90’, la fragmentes en tareas más pequeñas y lo organices por bloques de tiempo más pequeños (sin pasarte).
Además, trabajar así, hace que el progreso sea súper palpable, ya que estás tachando cosas de tu lista continuamente, lo que le da un chute de dopamina a tu cerebro manteniéndote motivada para seguir adelante.
5. PROGRÁMATE PARA EL ÉXITO: PREPARA PARA TU DÍA LA NOCHE/TARDE ANTERIOR
Esto es algo que me enseñó mi madre hace muchos años. Cada noche, antes de meternos en la cama revisábamos las tareas, asegurándonos que estaba todo “hecho” y preparábamos la mochila con todo lo necesario para el día siguiente.
Saber qué me esperaba y sentir que lo tenía “controlado” de algún modo me ayudaba a descansar mejor y a no perder tiempo por la mañana. Eso mismo aplica a mi vida hoy, que, además, por las mañanas se ha vuelto más caótica que nunca.
Cuanto más margen de tiempo te dés entre la preparación de lo que necesitas para hacer algo y la ejecución de “ese algo” más tranquila lo harás y más segura estarás de que no te dejas nada.
Yo, cada noche, mientras preparo la cena, aprovecho y preparo mis snacks para el día siguiente, un bocadillo pequeño, una nueces, llenar mi botella de agua, etc. Preparo también mi bolsa para el gimnasio con todo lo necesario, mi ropa para ir a trabajar, incluso dejo la mesa del desayuno puesta con todo lo que usamos cada mañana. Los días que, por algún motivo, no lo hago, la mañana ya no va rodada y siempre me dejo algo que luego necesito. Durante el día nos fatigamos mucho de la toma de micro-decisiones, sin darnos cuenta.
Si te fijas, en esas primeras horas del día tomamos muchas decisiones y muchas de ellas, en un estado de sonambulismo -esto va sobre todo por mi- que no es el óptimo para pensar en tantas cosas. Así que lo que te propongo es que reduzcas al mínimo la cantidad de decisiones que has de tomar y vayas simplemente ejecutando según lo pensaste el día anterior en un momento más lúcido. Esto me ayuda mucho a empezar el día tranquila y centrada.
Además de ayudarte a llevar una rutina mañanera sobre ruedas, también te ayuda a salvar tiempo durante el día, pues no has de salir a por algo de comer ni has de ir a buscar agua ni cosas por el estilo, que al final son excusas para procrastinar y “tomarte un break”.
6. AGRUPA ACTIVIDADES: EL DUO-TASKING
¡Cuidado! Ya hemos dicho que lo del multitasking baja nuestra productividad. Así que no te estoy hablando de esto, si no una versión que me he inventado a la que podríamos llamar DUO-TASKING y que a mi me funciona súper bien.
La jugada aquí está en combinar 2 tareas que requieren el uso de dos partes del cerebro completamente diferentes. Es decir, una tarea automática como puede ser recoger la cocina o lavar los platos con una tarea que sí requiera de una atención más plena, como puede ser escuchar un podcast, o un audio libro, por ejemplo. Si no fuera por esta técnica yo no ejecutaría la mitad de cosas que lelvo a cabo al día, o a la semana.
No estoy diciendo que tengas llenar cada minuto de tu día con actividades de aprendizaje, autoconocimiento o nutrición, o que no puedes, simplemente, salir a pasea a tu perro o mecer a tu bebé. Sólo te estoy dando un truco para aumentar tu capacidad ejecutora que puedes poner en práctica si te apetece.
Que quede claro que mereces descansar y desconectar, es más, es necesario que lo hagas también, yen muchos momentos, con una consciencia plena. Pero si en alguno de esos momentos sientes que, como me pasa a mi a menudo, podrías ocupar tu cerebro con algo un poquito más “retador”, puedes empezar a practicar el duo-tasking.
Esta es una manera brutal de conseguir hacer muchas tareas tediosas como pueden ser las cosas de casa, o automáticas, como ducharte o pasear al perro, de una manera mucho más inspiradora y nutritiva para tu cerebro y tu alma.
7. BUSCA NUEVAS MANERAS DE GENERAR BENEFICIOS QUE NO REQUIERAN DE TUS HORAS DIRECTAMENTE
No creas que me he olvidado de lo del dinero…
Al inicio te he preguntado ¿Más tiempo o más dinero? La respuesta acertada es ¡Ambos! ¿Por qué tenemos que conformarnos con una cosa u otra? Aquí somos muy ambiciosas y trabajamos cada día para tener cada vez más tiempo y cada vez más dinero.
Lo que significa que gran parte de nuestro foco está puesto en encontrar nuevas maneras de trabajar que desembocan en modelos de negocio que nos permitan eso. Y no nos lo guardamos para nosotras, compartimos todo aquello que vemos que funciona.
Una de las situaciones a la que más nos enfrentamos con nuestras clientas en las sesiones de consultoría en una agenda que está absolutamente desbordada.
No hay nada con lo que yo misma me pueda sentir más identificada que una agenda así. Aquí, una servidora ha trabajado durante años de lunes a domingo, más de 10 horas al día.
Así que te comprendo perfectamente si tienes un negocio que se apoya en ti y en tus horas al 100% y no sabes cómo salir de ese bucle.
Uno de nuestros objetivos, cuando nos encontramos con esta situación en las consultorías, es encontrar una nueva fórmula de trabajo para esa emprendedora que está al borde del burnout.
Cuando hablamos de encontrar una nueva fórmula normalmente necesitamos auditar el negocio y ver si encajarías cosas como:
Sistematizar procesos, crear plantillas y automatizar acciones repetitivas o que puede realizar una máquina o una app por ti
Analizar si tus servicios se pueden empaquetar de una manera sencilla que te permita poner precios cerrados para no tener que invertir tiempo de manera recurrente en preparar presupuestos personalizados para cada cliente
Crear una programa/curso/experiencia/taller que pueda servir para ofrecer tus conocimientos y hacer llegar tu expertise, no solo a los clientes que tienes si no a incluso más clientes, con un sistema automatizado de ventas que no requiere de tu tiempo en agenda.
Ahá! Sí, la mayoría de veces todas esas cosas se pueden hacer, y si tú eres una emprendedora que tiene un negocio basado en servicios estamos convencidas al 98.8% de que en tu caso también se puede aplicar.
El último punto de la lista básicamente consiste en crear un servicio o producto que entregue tu conocimiento pero de manera automatizada. Es lo que en marketing se denomina un servicio o producto en EVERGREEN.
Seguro que repites una y otra vez los mismos procesos con tus clientes, envías prácticamente los mismos emails y resuelves las mismas dudas. A estas alturas ya conoces a ese perfil de cliente/a el que eres capaz de ayudar mejor, y conoces a la perfección cuáles son los conocimientos que le has de hacer llegar para poder ayudarle y generar una transformación en su persona.
Eso significa que estás preparada para dejar de cambiar tiempo por dinero y puedes crear una fórmula de trabajo que te permita generar beneficios que no dependen directamente de tus horas disponibles.
Espero que se sientas que te he descubierto alguna cosa nueva, o que acabas de encontrar alguna nueva forma de conseguir más tiempo en tu día a día no sólo para disfrutar más de la vida, si no también para ser más eficiente y conseguir más de lo que quieres, que si es dinero, nos parece genial.
Si te interesa saber más sobre la idea del punto 7, encontrar una manera de crear un producto o servicio que puedes vender en evergreen, te recomiendo que saltes ahora mismo a este post que ha preparado Miriam para profundizar en este tema y darte una visión más profunda de cómo puede funcionar eso para ti y tu negocio.
Yo aquí me despido, que como ves, me he alargado bastante, espero que para tu deleite. A mi me ha encantado escribir este post. A tumba abierta, como siempre.
Y recuerda… planificar es pura magia.
Irma.